Al sur de Denia y norte de Jávea, bajo un acantilado de la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni, se esconde la Cova Tallada, una cavidad abierta al mar y con 400 metros de recorrido. La cueva fue tallada para la extracción de roca tosca, material que ya empleaban los árabes en la construcción de sus castillos. Se llega desde la zona de Les Rotes por una ruta que se asoma a rincones de belleza del Mar Mediterráneo. Al final hay que pasear sobre las rocas hasta la boca de la gruta. Como en un libro de aventuras, las marcas en las paredes de generaciones de picapedreros cuentan su historia y transportan a tiempos de los romanos, a las salidas de pesca del rey Felipe III que la frecuentaba y al uso como escondrijo marino durante la Segunda Guerra Mundial.